Conocemos que los egipcios del pasado usaban parasoles de diversas formas, como también lo hacían los asirios. Pero lo que inventaron los chinos fue un paraguas o sombrilla parasol en toda regla, con varillas formando un armazón con un sistema totalmente plegable, como los de hoy en día.
Alrededor del año 600 a.C. conocemos la descripción de un paraguas en China. En un manual de ceremonias, el Zhou-Li, se describe cómo colocar un objeto que cubre al emperador en sus apariciones. El paraguas tiene 28 varillas arqueadas y cubiertas por un tejido. Las varillas van unidas a un bastón de madera que desliza dentro de un pequeño cilindro hueco, agrupando las varillas y cerrando el paraguas. Las diferencias con nuestros paraguas de hoy en día son escasas.
El sistema chino inventado para el paraguas ha tenido pocos cambios a lo largo del tantos años. No está muy claro de dónde sacaron sus inventores la idea de crear una estructura plegable de madera con un tejido integrado por encima, no se sabe a ciencia cierta el nombre del inventor. Se piensa que el origen de la motivación al invento pudo ser, por un lado, el habito de utilizar ramas de árbol para cubrirse de las inclemencias.
En cualquier caso, el paraguas se utilizaba en China para protegerse tanto del sol como de la lluvia, pero sólo las personas de alto linaje lo usaban. En aquella época, construir un objeto de esas características era costoso y requería gran habilidad, de modo que los paraguas o sombrillas eran objetos de lujo, los pobres se cubrían con capas o se mojaban.
Sin embargo, aunque en toda Europa se utilizaban diversas formas para protegerse del sol ninguno de ellos era plegable, el concepto de sustentar algo sobre la cabeza para no mojarse o protegerse del sol no era conocido. Los viajeros occidentales comentaban tras sus largos viajes las extrañas costumbres de esos pueblos asiáticos como los japoneses, los indios y los siameses, que utilizaban estas sombrillas y paraguas en la mayoria de sus ceremonias.
Aunque el diseño chino llegó a la antigua Persia y poco a poco fue llegando a Europa a través de la conocida Ruta de la Seda, existía un problema fundamental para su popularización y comercialización, más allá de la dificultad del transporte o fabricación. Los europeos, ya desde la antigua Grecia, tenian asociado la sombrilla parasol y el paraguas al sexo femenino, de hecho existe algún texto de Anacreonte en el que se afirma que el hecho de que un hombre lleve o exhiva en publico un paraguas es una muestra de afeminamiento. De modo que las mujeres griegas llevaban Sombrillas parasol, como las etruscas y las romanas, pero los hombres no, las gruesas capas de agua eran su única defensa contra la lluvia.
El propio concepto de utilizar el paraguas para resguardarse de la lluvia no era común en Europa, como hemos descrito, lo que se utilizaban eran parasoles. Aunque en castellano la palabra “paraguas” es de etimología evidente y referida a la lluvia, fíjense en la palabra en inglés umbrella, que viene de umbra en latín, sombra. De hecho, el umbracullum (un gran parasol) era y es utilizado para dar sombra al Papa, uno de los pocos hombres en utilizar un instrumento así en la Europa medieval. No sólo eso, el escudo de armas del Vaticano durante la sede vacante (el período de tiempo entre dos papas) sigue teniendo hoy en día el umbracullum papal.
Hoy en día el principio básico del sistema de sombrillas y paraguas es el mismo que hace 2000 años, solamente hemos ido alternando la aplicación de diferentes materiales y tejidos según hemos avanzando tecnológicamente este campo. En Estortoldos® ponemos a su disposición un amplio catálogo de sombrillas de alta calidad.
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